viernes, 26 de junio de 2009

25-6-2009


No soy de la generación de Jackson. Nunca me asusté con Thriller, no tuve chapitas de él, no me impresioné con su cambio de color, no quise ir a su único concierto en Chile. Llegué un poco tarde para eso y con otros gustos. Sin embargo, creo que a nadie le pasa indiferente esta muerte extraña. Él único negro que se volvió blanco, el único que podría superar a íconos pop y aún así ser realmente un genio. El único popstar que se mantuvo hermético hacia la prensa. Y tal vez, el único ser trastornado que nunca dejó de ser un ídolo para las masas. Él, hombre de records y excentricidades, anoche murió sin regalarle al mundo un poco de agonía.


Con Michael Jackson no sólo muere un gran artista, un genio medio psicótico. En su ataúd deberá caber la infancia y la adolescencia de generaciones, porque se irán junto a él los últimos vestigios de una década donde todos intentaron ser leyendas y sólo él lo logró con creces. En su epitafio deberían aparecer los testimonios de todos esos pobres diablos que de un día para otro encontraron en sus pasos y su música un bizarro sentido de vida, imitarlo. También deberían escribir en aquella lápida todos los niños que compartieron con él los últimos 15 años, a ver si entre testimonios se encuentra un acercamiento a la verdad.


El rancho de neverland debería transformarse en un museo, que mate mitos y genere otros, porque así MJ seguirá vivo, en el eterno misterio que fue su tormentosa vida, su bizarra figura, testimonio de un siglo que como él, sufrió enormes cambios de imagen, muchos destructivos, a lo largo de los cortos años de su pasar.


Muere un ídolo en el momento oportuno (porque de haberlo hecho en 10 años más, no sería otra cosa que un pobre tipo), uno de los últimos grandes, y yo me pregunto, mientras miro esa retorcida última imagen, donde lo llevan ya muerto y entubado a la ambulancia, qué seguirá ahora, cuál será el próximo trono a ganar, quién lo ocupará y cómo será su esplendor y su inevitable... decadencia.

Adios Jackson.

0 comentarios:

Publicar un comentario