martes, 21 de julio de 2009

La semana Rockstar: Jim Morrison


Esta será la semana de los difuntos Rockstar. Todos esos íconos de una época o un movimiento que murieron jóvenes producto de sobredosis y/o suicidios. Seres que por dentro llevaban un infierno y por fuera brillaron como las más grandes estrellas del firmamento.

Partiré con una estrella enorme, un genio, poeta que se adjudicó el título de “El Rey Lagarto”. Así es, hablo del gran Jim Morrison, vocalista y letrista de “The Doors”, uno de los grupos más rupturistas e importantes de los floreados 60.Jim Douglas Morrison nació en Melbourne, USA, un 8 de diciembre de 1943. Producto del oficio militar de su padre, la familia se trasladaba cada año de ciudad, obligando al pequeño Jim a abandonar cualquier lazo afectivo. Esto fue fundamental en su personalidad, pues no le quedó más remedio que refugiarse en su prematura poesía y su voracidad lectora. Fue un niño y adolescente profundamente inseguro e introvertido, con serios problemas de autoridad producto de la autoritaria figura de su madre, quien humillaba continuamente al padre de Morrison. Esto sería el germen que alimentó la mayoría de sus arrestos a lo largo de su vida. También su figura materna alimentaría su declarada misoginia.

Se fue a los 19 años de casa, rumbo a Los Ángeles, para estudiar cine en la UCLA (Como dato freak: Fue compañero de Francis Ford Coppola). Se decepcionó de la carrera, se refugió en las bibliotecas a devorar la poesía francesa de los malditos (Baudelaire y Rimbaud, principalmente) y tomó la errante decisión de dedicarse a su pasión: La poesía. Vivía en las azoteas de edificios o en las camas de las mujeres que lograba conquistar recitando largos versos del siglo XVIII. Fue allí donde descubrió las drogas que tanto le fascinaban y que defendería durante toda su vida, hasta que las mismas lo mataron (LSD, cocaína, peyote y marihuana), y donde se conocería, tras un par de años, con Ray Manzarek, y formarían la mítica banda (El nombre “The Doors” está inspirado en un verso de William Blake que dice «Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito»”

Nihilista convencido (parafrasearía varias veces en entrevistas a Nietzsche), nunca se sintió parte del movimiento hippie, con su paz, amor y flores por doquier. Tomaría sí, para sus canciones, la psicodelia de la música. En los primeros conciertos de la banda, daba la espalda al público, pues su pánico escénico no lo dejaba mirarlo. Tiempo después, drogado, haría las locuras como mostrar los genitales, cambiar la letra de las canciones (sobre todo de The End y su famoso “Mother…I want to…Fuck you!”). Esta actitud haría que se le prohibiera tocar en varias locaciones de USA, cosa que gatillaría, en parte, su decisión de dejar la música en 1971, para irse a París y dedicarse de lleno a la poesía. En la ciudad de los poetas moriría sentado en una tina, de un ataque al corazón, producto de una supuesta sobredosis de cocaína.El Rey Lagarto (se llamaría así porque, según la cultura chamánica, los reptiles son la encarnación del mal) está enterrado en el cementerio de Mont Parnasse, Francia, y su epitafio reza la frase griega “Kata ton daimona eaytoy” que significa “Cada quien su propio demonio”.

Se dice que tenía un CI de 169, se dice que tenía un carácter esquizofrénico que rayaba entre un ángel y un demonio enfurecido, se dice que fue uno de los más auténticos rockeros de la historia. Pero también, en contraste con lo anterior, se dice que era un excelente amigo y un ser extremadamente culto y sensible.

Esta es la historia de un grande entre grandes.

Mañana: Janis Joplin.

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